• Profesionales de laboratorios clínicos participaron en un taller organizado por el ISP y la Universidad de O’Higgins, enfocado en mejorar habilidades diagnósticas para mejorar la atención de los usuarios.

Rancagua-. En la Universidad de O’Higgins se desarrolló un importante taller de capacitación para tecnólogos médicos, centrado en el análisis de enfermedades de la sangre. La actividad, organizada por el Instituto de Salud Pública (ISP) en conjunto con el Servicio de Salud O’Higgins, busca que los profesionales estén mejor preparados para detectar de forma oportuna patologías graves como leucemias y linfomas.

La actividad fue coordinada por la tecnóloga médica Alejandra Farías Morales, y tuvo como docente principal al jefe del Laboratorio de Referencia Nacional de Hematología e Inmunohematología del ISP, T.M. Eduardo Retamales Castelletto. En el curso participaron tecnólogos médicos de laboratorios de baja complejidad de toda la región, quienes aprendieron nuevas técnicas de análisis microscópico y reforzaron criterios comunes para interpretar exámenes de sangre.

“El propósito de esta capacitación es universalizar la codificación hematológica en la red de salud, utilizando un lenguaje común que permita entregar información precisa y útil al clínico”, explicó el docente Eduardo Retamales. Añadió que el conocimiento adquirido por los participantes contribuye a diagnósticos más precoces y certeros, permitiendo una mejor toma de decisiones médicas en beneficio de los pacientes.

Detalló que “lo más importante es que podamos dar un diagnóstico más rápido y preciso al médico, para que él tome decisiones oportunas en beneficio del paciente”, por lo cual el taller se basó en observar directamente muestras de sangre al microscopio y en aplicar recomendaciones clínicas estandarizadas, lo que permite mejorar la calidad del diagnóstico que llega al médico tratante.

Desde la Universidad de O’Higgins, la jefa de la carrera de Tecnología Médica de la Universidad de O’Higgins, Natalia Sills, destacó el impacto de estas instancias formativas: “Son una oportunidad concreta para fortalecer el trabajo de los profesionales de salud en nuestra región, permitiendo compartir experiencias y fortalecer el vínculo entre la academia, los servicios de salud y el Instituto de Salud Pública. Al mejorar sus competencias, estamos mejorando también la atención que reciben los pacientes”.

Los participantes valoraron el aprendizaje como una herramienta útil para su labor diaria. José Bozo Droguett, del CESFAM de Doñihue, señaló que el curso le permitió profundizar en enfermedades que no siempre se ven con frecuencia en atención primaria, pero que sí pueden aparecer: “Nos ayuda a identificar mejor los casos y colaborar con el médico en un diagnóstico más certero”. Por su parte, Erick Del Pino Morales, del Hospital de Santa Cruz, añadió: “Fue una experiencia muy práctica y enriquecedora. Nos entregaron herramientas que podemos aplicar directamente en el trabajo con los pacientes y el contenido práctico nos ayuda a orientar mejor al médico en cuanto a la patología del paciente”.”.

Este tipo de capacitaciones fortalecen la red de salud pública y tienen un impacto directo en la vida de las personas, permitiendo diagnósticos más tempranos, tratamientos adecuados y una mejor calidad de atención en todo el sistema.

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