Hospital de Rengo triplicó dotación de camas críticas
- Antes de la pandemia, el recinto hospitalario lograba ventilar hasta 5 pacientes, actualmente posee 14 camas críticas con ventilador mecánico.
Rengo, 13 de julio de 2020.- La emergencia sanitaria producto del COVID-19, ha planteado la necesidad de elaborar estrategias para la conversión y complejización de las camas de los hospitales de la red en todo el país. Bajo este contexto, el Hospital de Rengo -cabecera de la microárea de la Carretera de la Fruta- ha efectuado un gran trabajo, lo que constituye que en la actualidad posea una dotación de 14 camas críticas, cada una con ventilador mecánico, permitiendo así otorgar una mejor atención y mayor cobertura a los pacientes que lo requieran.
En este sentido, el director del Hospital Ricardo Valenzuela Sáez de Rengo Osvaldo Pontigo, indicó que “la estrategia de complejización de camas, es el resultado de los análisis y las mejores prácticas para poder enfrentar la emergencia sanitaria, bajo el diseño de una política pública elaborada por el Ministerio de Salud y sus autoridades, la cual tiene por objeto ampliar la oferta de cuidados críticos a pacientes que lo requieran y que se hayan contagiado en esta pandemia que enfrenta nuestro país a causa del coronavirus”.
“No sólo complejizamos las camas, sino también mejoramos en infraestructura y recibimos equipamiento nuevo, incluso se han convertido 23 camas básicas a medias en el área de Cirugía más el Servicio de Pensionado, lo anterior, va de la mano con la capacitación del personal clínico de forma intensa y en este proceso de complejización de camas esperamos pronto tener 15 camas ventiladas. Sin embargo, toda esta estrategia, no sería posible sin el apoyo de los funcionarios, quienes han sido muy colaboradores tanto con el establecimiento como con los pacientes, por lo tanto, estoy muy agradecido de todo el equipo”, enfatizó el subdirector médico del Hospital de Rengo, Dr. Paul Pacurucu.
Al respecto, la enfermera supervisora de la Unidad de Paciente Crítico (UPC), Nivia Gatica explicó que “vivimos 3 etapas distintas: primero complejizamos la UPC, de una dotación de 3 camas UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) y 3 Camas UTI (Unidad de Tratamiento Intermedio), convertimos la totalidad en UCI, luego iniciamos un programa de formación teórico-práctico, dirigida a los profesionales de medicina que integran hoy nuestro equipo y en una última etapa, se sumaron a las 6 camas UPC complejizadas, 9 camas más, logrando una capacidad de 15 camas UPC, éstas 9 camas se encuentran en medicina, allí contamos con 4 aislamientos y una sala compartida, todo esto contempló además reestructurar la planta física”.
La Profesional, añadió que “hemos recibido equipos desde la Dirección de Servicio de Salud O’Higgins y otros, gestionados por nuestra institución, por ende, actualmente tenemos la posibilidad de ofertar 14 camas ventiladas. Asimismo, cada cama crítica tiene asociado un equipamiento especifico como el ventilador mecánico, bombas de infusión continua y sistema de monitoreo hemodinámico invasivo. Antes de la pandemia, el Hospital de Rengo tenía por resolución 3 camas UCI ventiladas, sin embargo, dada la demanda asistencial, sobre todo en época de invierno, utilizamos nuestros ventiladores de back-up y llegamos a tener entre 4 a 5 usuarios ventilados”.
Recurso Humano
Junto con la complejización de camas el recinto hospitalario en Rengo, desarrolló un programa de capacitación y formación, en este sentido la E.U. Nivia Gatica dijo que “si bien el personal tenía experiencia con pacientes de mediana complejidad, la Unidad de Paciente Crítico, es un mundo totalmente distinto al que ellos conocían, totalmente diferente, tanto en su modelo de gestión, como en los cuidados que reciben nuestros pacientes. Todo el equipo colaboró activamente en este proyecto, se realizaron clases, talleres, pasantía guiada por un enfermero de intensivos en UPC, la idea era replicar nuestro modelo de gestión en esta nueva unidad que se sumaba por contingencia”.
“En este proceso, los funcionarios debieron adaptarse a nuevas normativas y por ende, tuvimos que reestructurar toda la dinámica de trabajo, lo que generó un estrés adicional en todo el personal, sumado al trabajo que implica el manejo de pacientes graves, por lo tanto, ha sido complejo, pero todos han estado muy comprometidos con la salud de las personas y con el equipo en general. Cabe mencionar, el esfuerzo que realizó el equipo directivo, en la creación de áreas que permiten que hoy el personal tenga un espacio idóneo de acuerdo a las normativas actuales, para hacer uso de sus horarios de colación y descanso, como duchas, baños, vestidores y un comedor en el área sur, así podemos trabajar de manera segura y prevenir contagios entre los funcionarios”.